Sé bienvenido a la ciudad del progreso y la explotación. Yo vivo en otra dimensión, esperando vuestra reacción, altero cada pulsación con ovación a cada verso. Inverso en este valle, predico besos en las calles, desde el ayer hallé violencia en ella y describí detalles. Son batallas en asfalto de las cuales yo me aparto, falto de fé de ver crecer niños lejos del EDSD. Desde las sedes del PP al PSOE, no se posee el poder de convencer, si hasta con trece hoy pueden perecer tus sueños, y acabar siendo cada anochecer tu dueño un camello.
Queréis motivación para la población, hablad con ellos, vivir es bello, por ello en vuestro infierno no me estrello. El cielo se pinta de rojo y todo es trágico, pero yo sigo así de mágico mientras otros saltan del ático. Y así de crítico, es por lo que no creo en políticos, todo es económico, en un gobierno creador de alcohólicos, que en mi ciudad venden narcóticos. Se cumplen tópicos, ocupando un espacio en el periódico sus chicos, ¿quieres llegar a medico? Pues deja el perico. Naciste para rico, yo para el micro, dictar pronósticos.
A un lado jefes de empresas presa de su pánico al otro lado del Atlántico, todo cayó en picado, Estados Unidos hoy busca precios más flexibles. Hazle pagar sus vicios de la vida entre edificios, alguien perdió su juicio y su negocio. Su mujer sació su sed de sexo con su socio, y así otro suicidio sucedió, mientras me bebí un tercio. Y de nuevo amaneció en un portal sin oficio ni beneficio, yo sigo recio entre prejuicios, el Hip-Hop creció en mi ciudad y somos más desde mi inicio. Y es noticia, en especial te lo agradezco a tí, MC, que haces mi vida más amena, y preséntame a tu hermana si está buena.
Así es mi ciudad, luces y sombras, sueños y escombros, es una eterna caída un pozo sin fondo, es mi libertad, atado a tus cadenas yo respondo. Así es mi ciudad, bajo esta cumbre donde me escondo. Así es mi ciudad, luces y sombras, sueños y escombros, es una eterna caída, un pozo sin fondo. Es mi libertad, atado a tus cadenas yo respondo. Así es mi ciudad bajo esta cumbre.
Donde vivo entre montañas, entre funcionarios, entre camellos, entrenado para que entre sus sogas no vean mi cuello. No sé si seré yo, pero me halló fuera de lugar, quizá porque aquí mis sueños mueren cual estrella fugaz. Quizás por ver a niños naufragar en la cocaína, por ser preso de una rutina entre máquinas y oficinas. Aquí, donde tras cada esquina hay una mina a tus pies, difícil emplear tus cartas bien si el diablo es el grupier.
Si tras una segunda piel todos se ocultan por temor a que su rostro auténtico no merezca respeto y honor, aquí es un tópico que los chicos sean problemáticos, debido al éxtasis y al ácido alisérgico. Por eso el pánico colorea estas calles, detalles me hacen pensar que Lucifer plantó su semilla en este valle, donde es probable que halles más lágrimas que sonrisas. Es en la celda sin secretos de presos de las prisas, donde el odio al amor eclipsa cada mínimo momento, y el tiempo transcurre lento en épocas de sufrimiento.
Versión real de historias y cuentos de triste final, ciudad encandilada por la moda. Ciudad del mal, donde es esencial elegir bien tus compañías, donde en el día a día la mayoría precisan guías. Aquí aburrimiento y monotonía son algo asiduo, como ver a individuos buscarse subsidio entre residuos. Aquí, miradas de vidrios sustituyen miradas sinceras, porque impera la alífera en las aceras. Aquí el odio se apodera de almas y mentes, y es frecuente ver cómo muchos continuamente a su corazón mienten. Prisi&