No puede haber ¿dónde la encontraría? Otra mujer igual que tú. No puede haber, desgracia semejante, Otra mujer igual que tú: Con iguales emociones, Con las expresiones que En otra sonrisa no vería yo. Con esa mirada atenta a mi indiferencia, Cuando me salía de la situación. Con la misma fantasía, La capacidad de aguantar El ritmo despiadado de mi mal humor. Otra no puede haber, Si no existe, me la inventaré; Parece claro que Aún estoy enamorado de tí. Es la cosa más evidente.
Es la cosa más evidente, Evidentemente preocupante. No, otra mujer no creo.