Me fui a dormir hacia las dos de la mañana y me desperté casi al alba. No vi la razón pero caí en una hondonada, me suele ocurrir sin previa alarma. Entonces entró algo de luz por la ventana e iluminó toda tu cara. Y estuve así, cerca de ti, sin hacer nada, a veces sin más el mundo se para.
Primero reí, luego lloré, y te miraba, me dio por pensar y recordaba que llevamos casi la mitad de nuestras vidas, yo parte de ti y tú de la mía. Fui a recorrer lo que va de la luz al miedo y te encontré justo en el medio.
Así que proyecté y planeé como uno hace al creer que no se va a romper, que tiene que cambiar la suerte alguna vez.
Parece que somos como fuegos artificiales, vamos a brillar sólo un instante. Parece que hoy voy a mirar hacia delante hasta que todo estalle en el aire.