Hoy estoy entre rejas. La comida no es mala, aquí nadie se queja. Te echo tanto de menos, amor, que me quema el corazón. He salido al recreo y he fumado con Dios entre dos trapicheos. Ha sonado la alarma de entrar y me empiezo a derrumbar.
Mi motor y mi alegría, eres tú y el paso de los días. No he perdido mi norte, aunque a veces olvide ser hombre.
He soñado contigo y con la libertad de bajar a tu ombligo. Y es que a veces me pienso escapar como en fuga de Alcatraz. Guárdame sitio en la cama, es posible que alguna mañana, amanezca a tu lado y nos demos el vicio más sano.
Mi motor y mi alegría, eres tú y el paso de los días. No he perdido mi norte, aunque a veces olvide ser hombre.