Angélicas milicias, celestiales escuadras que del Monarca del Imperio Sacro, guardáis el Divino Soberano Alcázar. ¡A las armas, a las armas!, que la más hermosa y pura Reina triunfante, a la altura sube a coronarse grata.
Y así calacuerda y el eco sonoro de clarín y caja, aplauden sus glorias con dulces estruendos de bélicas salvas.
1. Hoy que la divina Reina de las jerarquías altas, sube a poseer la corona del Imperio de la Gracia.
2. Hoy que por Madre y Señora, el siempre eterno Monarca del Celestial Sacro Trono, gloriosamente Le aclama.
3. Justo es, paraninfos bellos, que dicha tan soberana, celebréis con reverentes dulces sonorosas salvas.