Allá en el monte, mi china Entre el follaje sombrío, Donde las aves canoras Cantan sus trinos de amores; Tengo un ranchito chiquito Una calandria cantora, Y una guitarra que llora La ausencia de un ángel de amor.
Yo quisiera tener Palacio y dineral, Para poderte dar Lo que bien merecés; Pero, tan pobre soy Te ofrezco el corazón, Y en cambio de riquezas Tendrás, china, el corazón.
Allá en el monte, mi china Todo es dulzura y encanto, Y la pureza del campo Con su perfume fascina; La torcacita se queja, Alegre canta el zorzal, El tordo grita, se aleja Y volando, se ahuyenta el chajá.