Rara, como encendida, te hallé bebiendo, linda y fatal… Bebías y entre el fragor del champán, loca, reías por no llorar… Pena me dio encontrarte pues al mirarte ya vi brillar (mujer)* tus ojos con un eléctrico ardor, tus lindos ojos que tanto adoré…
Esta noche, amiga mía, el alcohol nos ha embriagado… ¡Qué importa que se rían y nos llamen los mareados! Cada cual tiene sus penas y nosotros las tenemos… Esta noche beberemos porque ya no volveremos a vernos más…
Hoy vas a entrar en mi pasado, en el pasado de mi vida… Tres cosas lleva mi alma herida: amor… pesar… dolor… Hoy vas a entrar en mi pasado y hoy nuevas sendas tomaremos… ¡Qué grande ha sido nuestro amor!… Y, sin embargo, ¡ay!, mirá lo que quedó…