Comprendiendo mis padres que yo era desde niño un arcangel tutelar quisieron que estudiase la carrera y fuera sacerdote y no seglar. Pues el hombre sujeto a tentaciones que impone con su encanto la mujer si se deja tentar hay ocasiones en que a pesar de todo hay que ceder. Ya San Froilán lo dijo en su versículo tercero refiriéndose al pudor que la pasión es para el hombre un vínculo que muchas veces es conservador de gérmenes insanos y alarmantes que acaban poco a poco por minar la salud y otras cosas importantes y necesariamente hay que cortar. Por eso yo, obediente, sumiso, abrazo la palma y quiero ser padre de almas huir de mundanos livianos placeres, que quiero ser padre… ¡pero sin mujeres! Desde niño sentía los clamores de todo lo divino y lo infinito y me daban espasmos y sudores si alguno me nombraba “la chilito” y si al ir por la calle de paseo fija en suelo con pudor la vista apreciaba el marcado contoneo de aquellas geometrias sin aristas y apretando las manos fuertemente y sintiéndome mi mismo menos cabo me parecía ver palpablemente a Satanás pegarme con el rabo. Más comprendiendo al fin que es completa la vida de éxtasis tan plácida y sencilla me decidí a cortarme la coleta y hacerme la consuna coronilla. Por eso yo, obediente, sumiso, abrazo la palma y quiero ser padre de almas huir de mundanos livianos placeres, que quiero ser padre… ¡pero sin mujeres!