Como diez perritos chicos, como el trémolo maldito, como ciego dando brincos, como un pájaro en su nido, las barbaries recordadas, por la mente del que paga.
Las salud de los abuelos, el estómago que ama, la sonrisa falseada, el amante mal herido, y el que mira al infinito, con orejas de maldito tomador, Y así estoy yo...
La nariz de un mensajero a las siente de la mañana, como tiembla mi pensamiento si tan tempranito respiras infierno, soy el fuelle descosido, pierdo el aire en un sopliooo.
Como el postre de los ricos no valoro los desquicios, cuando escuecen las heridas yo me disfrazo de mercromina y el estúpido no agita la botella de champán en su risión... No salpica con su fraude alrededor, no comprende porque tiene el corazón... tiene el corazón