Llegó con su espada de madera y zapatos de payaso a comerse la ciudad compró suerte en doña Manolita y al pasar por la Cibeles quiso sacarla a bailar un vals como dos enamorados y dormirse acurrucados a la sombra de un león, que tal, estoy sola y sin marido gracias por haber venido a abrigarme el corazón.
Ayer a la hora de la cena descubrieron que faltaba el interno dieciséis tal vez disfrazado de enfermero se escapo de Cienpozuelos con su capirote de papel A su estatua preferida un anillo de pedida levanto en El Corte Inglés con él en el dedo al día siguiente vi a la novia del agente que lo vino a detener.
Cayó como un pájaro del árbol cuando sus labios de mármol lo obligaron a soltar quedó un taxista que pasaba mudo al ver como empezaba la Cibeles a llorar
y chocó contra el Banco Central, y chocó contra el Banco Central, y chocó contra el Banco...