Hoy me desperté temprano pero todo parecía negro como si de noche fuera todavía. Quise caminar un rato por el frío pavimento y me hallé perdido en esta selva de cemento. Qué es lo que ha pasado… acaso la luz nos ha olvidado. Voces de motores, árboles sin pájaros cantores. Qué he sacado con el llanto de rabia con impotencia por mirar que se abusa de la inocencia. Qué he logrado con la risa, celebrando con amigos cuando de esa forma no se vence al enemigo. Curas, senadores ultrajando a los tiernos menores. Esta es mi protesta, de cualquier parte espero respuesta. Por eso combato con la frente bien en alto; con el arma puesta en mi guitarra me levanto. Son cobardes los que van mirando desde un lado. El obrero es quien debiera en la mesa del mandón estar sentado. Mientras transcurría la hora iba brillando este canto pero las sombras se preparaban entre tanto. Con su horrible maquinaria de silencios y de muerte piensan que entre el bien y el mal, el último es más fuerte. la mano precaria nunca ha de vencer a quien la agravia. esta es mi protesta: unos lloran mientras otros van de fiesta. Entre tanta y tanta gente siempre veo a los que dicen que mientras te paguen, no importa que te utilicen. Siempre habrá quien desea callar la verdad mas cierta; los valientes veremos si su disparo acierta. Vida sin sombrero: tanto es el trabajo y ni se ve dinero. quién acabara con esto; el que ponga la verdad de manifiesto. Por eso combato con la frente bien en alto; con el arma puesta en mi guitarra me levanto. Son cobardes los que van mirando desde un lado. El obrero es quien debiera en la mesa del mandón estar sentado.