Era del tiempo lindo, que siempre es antes, del que todos añoran los carnavales. Viniendo para el centro, de meta y ponga, ojazos entradores como puñales.
Era un amigo zurdo de tan derecho. Y pa' no andar gritando calló de golpe, jugó de \"wing\" izquierdo para mi \"cuore\" y está siempre llegando, de sur a norte.
¡Zurdo! Te llamabas Zurdo, el de la memoria, y las guitarreadas. ¡Zurdo! Te llamabas Zurdo, pero no importaba porque desde arriba, ¡seguro, seguro!, que estás esperando para armar conmigo, de fuelle y de violas, una milongueda que va a ser historia.