Cuando llegue a faltarme la fuerza y la duda llene mi cabeza, mis heridas se encuentren abiertas y en la cara me cierren la puerta.
Cuando tenga miedo dar un paso y me invada el terror al fracaso, cuando sienta mi voz que se calla mi mente se vaya y mi fe que desmaya.
Cuando pierda la magia el amor y mi amigo se vuelva el dolor, cuando sienta que el peso del mundo me hunda en el lodo profundo.
Cuando creo que no tengo salida y en la mala tenga curtida, tomaré por los cuernos la vida y diré todo en la cima pues yo…
Resistiré erguido frente a todo, me volveré de hierro para endurecer la piel. Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo, soportaré los golpes y jamás me rendiré. Y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré, resistiré, resistiré, resistiré.
Cuando sienta que le cuerpo no aguanta y mi voluntad que se quebranta, cuando tenga un nudo en la garganta y me maten toda la esperanza.
Cuando quieran volverse los dueños de mi cama, mi paz y mis sueños, cuando quieran meterme en un molde, cuando quieran tumbarme a golpes.
Cuando el mundo pierda toda magia, cuando me apuñale la nostalgia, cuando mi enemigo sea yo y no reconozca ni mi voz.
Cuando me amenace la locura, cuando el diablo pase la factura, cuando en mi moneda salga cruz, si alguna vez me faltas tú…
Resistiré erguido frente a todo, me volveré de hierro para endurecer la piel. Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo, soportaré los golpes y jamás me rendiré. Y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré, resistiré, resistiré, resistiré.
Cuando quieras bajarme del cielo revolcando mi nombre en el suelo, recuerda que soy un guerrero con voluntad de acero forjado en el fuego, respondiéndote cada vez que me señales con el dedo, vente con todo que con todo yo puedo…
Resistiré erguido frente a todo, me volveré de hierro para endurecer la piel. Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie.
Resistiré para seguir viviendo, soportaré los golpes y jamás me rendiré. Y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré, resistiré, resistiré, resistiré.