Audiria - Los regalos de Navidad | Текст песни

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En este Audiotexto de escenas cortas, os mostraremos varias situaciones que pueden ser comunes cuando se acerca la Navidad y hay que ir pensando en comprar los regalos para toda la familia…
Eduardo y Sara se han dado cuenta de que las Navidades están “a la vuelta de la esquina”, y no han comprado ningún regalo para sus hijos ni para el resto de la familia, amigos, etc. Veamos como se desarrolla la escena…
Sara: ¡Oye Eduardo! Creo que los niños han escrito ya su carta a los Reyes Magos. Yo no tengo del todo claro lo que han pedido, pues sólo me han comentado algunas de las cosas. Tenemos que conseguir esas cartas y leerlas urgentemente…
Eduardo: Pues yo no tengo ni idea de dónde las tienen, supongo que en algún sitio de su habitación, pero ¡a saber!
Sara: Ya está. Voy a decirles que me las den, que yo me encargo de echarlas al correo para que les llegue a tiempo a Sus Majestades los Reyes.
Eduardo: Buena idea, pues cuanto más tiempo tardemos en ir a comprar los regalos, ya sabes, que más gente y menos posibilidades de encontrar lo que han pedido. ¡Es terrible el consumismo de esta época! ¡Como te descuides te vuelves loco tratando de encontrar los dichosos regalos de los niños!
Sara: Vale, pues mañana hablo con Mónica y Pedro y les pido la carta, ¡espero que no sospechen nada!
Eduardo: No creo, tú eres muy buena actriz, y además ellos son aún muy pequeños…

Al día siguiente, Sara está orgullosa porque ya tiene la carta a los Reyes Magos de sus hijos. Le cuenta a Eduardo cuáles son sus peticiones.
Sara: Bueno, ¡ya tengo las cartas! No ha sido demasiado difícil aunque a Pedro he tenido que convencerle porque se empeñaba en ir al centro comercial para entregársela él personalmente a los Reyes. Le he tenido que decir que los Reyes tenían prisa y han tenido que irse a otra zona de la ciudad para atender a otros niños…
Eduardo: Muy bien Sara. Pues dime, ¿qué han pedido nuestros niños?
Sara: Bueno Pedro, no te asustes porque son unas cuantas cosas.
Eduardo: Estoy preparado…
Sara: A ver, Mónica ha pedido el muñeco que anuncian en la tele que anda sólo y cuándo se cae es capaz de levantarse… Además quiere la “bici” que venía pidiendo desde hace tiempo, y un disfraz de princesa.
Eduardo: ¡Pero si ya tiene “cien mil” muñecos! Y me suena que tiene uno muy parecido a ése que ha pedido ahora…
Sara: Espera y no protestes más, que ahora te cuento lo que quiere Pedro. A ver… En primer lugar ha pedido un coche de esos teledirigidos con mando a distancia. Además, ha pedido una serie de juegos para la videoconsola y al igual que su hermana… un disfraz, pero en su caso de Spiderman.
Eduardo: Pues ya podemos preparar la cartera, porque con todo lo que nos han pedido, no nos va a llegar ni con la “paga extra” de Navidad.

Sara y Eduardo se organizan para ir a comprar los regalos…
Sara: Oye Eduardo, ayer hablé con mis padres y no sabían qué comprarle a los niños. Así que al final han decidido colaborar con nosotros comprando uno de los regalos de cada niño. Así que ellos se encargan del disfraz de Mónica y del coche teledirigido de Pedro.
Eduardo: ¡Ah! Estupendo, dales las gracias de mi parte.
Sara: Lo que estoy pensando es que podríamos aprovechar este fin de semana para ir a comprar los regalos.
Eduardo: Yo no creo que sea buena idea, porque va a ver muchísima gente. Se me ocurre que podríamos ir un día de diario, a la hora de comer, y aprovechar entonces…
Sara: Vale, pero a lo mejor no nos da tiempo, porque ya sabes que yo tengo sólo hora y media para comer…
Eduardo: Bueno, pues si no nos da tiempo, podemos hacerlo en dos días.
Sara: Estupendo, pues si te parece quedamos este lunes a las 14:00 h. en el centro comercial “Isla Verde” que allí hay un par de tiendas de juguetes muy grandes.
Eduardo: Ok, así lo hacemos.

Llega el día de hacer las compras y Sara espera a Eduardo en el centro comercial…
Sara: ¡Hombre! ¡Por fin llegas! Te he estado llamando al móvil para ver qué te ocurría pero no contestabas.
Eduardo: ¡Ya!, es que me ha cogido un atasco tremendo a la entrada del centro comercial y con el ruido de fondo, no he escuchado el móvil.
Sara: Bueno, vamos a la tienda de juguetes antes de que se nos haga más tarde.
Eduardo: Mira, para ir más rápido, a ver si encontramos un dependiente y le preguntamos por los juguetes que vamos buscando.
Sara: Ahí hay uno, voy a acercarme a preguntar… Disculpe… mire, veníamos buscando una serie de juguetes para nuestros niños,… le voy diciendo: para el niño queríamos estos videojuegos para la videoconsola, y un disfraz de Spiderman.
Dependiente: Pues mire señora, estos videojuegos están agotados hasta dentro de una semana, y el disfraz que busca lo puede encontrar al fondo del pasillo a la derecha.
Sara: Vaya, muchas gracias. Y ahora le digo lo de la niña: ella quiere el muñeco este de la tele que anda sólo, “Baby Andador” creo que se llama…, y una bicicleta.
Dependiente: Ya, pues a ver…, el “Baby Andador” está al final de este mismo pasillo a mano izquierda, y las bicicletas están en una planta superior a ésta.
Sara: Muchas gracias… Eduardo: buenas y malas noticias. Aquí tienen todo menos los videojuegos, así que tendremos que buscarlos en otro sitio…
Eduardo: No te preocupes, que mi amigo Mario sabes que trabaja en una tienda de informática y seguro que allí me los puede conseguir.
Sara: Vale, me quedo más tranquila.

Sara y Eduardo están en casa ultimando detalles sobre los juguetes de los niños…
Eduardo: Bueno Sara, no te preocupes que yo me encargo de los videojuegos del niño.
Sara: Muy bien, pero hazlo pronto que no quiero “que nos pille el toro”. Entonces, entre lo que ya hemos comprado y los regalos de los que se hacen cargo mis padres, ¡está todo controlado!
Eduardo: Eso es, ¡ah! ¿Dónde has escondido las compras?… no vaya a ser que por casualidad los chicos se los encuentren, ¡y adiós a la sorpresa!
Sara: No te preocupes, que se los he dejado a la vecina. Ya sabes que es muy amable, y cómo es una mujer mayor que vive sola, no tiene problema de espacio.
Eduardo: Ah, ¡que buena idea! Bueno, pues ya sólo nos queda, ¡pensar en los regalos del resto de la familia, los abuelos, los primos, los tíos…!
Sara: Mira, déjalo para otro día… El fin de semana pensaremos sobre ello…Por ahora ya hemos tenido bastante…


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