Tienes once años y pareces una vieja, sigues prisionera de tus gustos ancestrales. Mueves tus resortes para hacer todos los males, siempre te alimentas de los vicios nacionales.
¡No te importa nada!, ¡No te importa nada! Y me sancionas, y me presionas, y distorsionas.
Yo tu prisionero he dejado de ser, pues me he librado a tiempo de tí. Y una pesadilla ya nunca serás, de mis sueños te alejarás.
Tienes marionetas que manejas a tu antojo, no te importa nada con tal de ensanchar tu imperio siempre disimulas para que eso no se diga, pero está muy claro que todo eso te da vida.
¡No te importa nada!, ¡no te importa nada! Y me sancionas, y me presionas, y distorsionas.
Yo tu prisionero he dejado de ser, pues me he librado a tiempo de ti. Y una pesadilla ya nunca serás, de mis sueños te alejarás.
Yo tu prisionero he dejado de ser, pues me he librado a tiempo de ti. Y una pesadilla ya nunca serás, de mis sueños te alejarás.
Vendes lo que sea siempre y cuando dé dinero, quemas lo que sea si es que eso te hace rica. En cualquier momento haces gala de tu astucia, naciste, morirás, vives con las botas sucias.
¡No te importa nada!, ¡No te importa nada! Y me sancionas, y me presionas, y distorsionas.
Yo tu prisionero he dejado de ser, pues me he librado a tiempo de ti. Y una pesadilla ya nunca serás, de mis sueños te alejarás