Se perdió la magia de los momentos y con ella se borró la línea que marca el respeto. Y ahora fingimos con frases forzadas, sonrisas gastadas, falsas apariencias. Hoy al mirarnos a los ojos no sentimos nada.
Porque algo lindo entre los dos se fue muriendo. Y hoy te convierto en un extraño aquí en mi cuerpo. Y me quedé vagando en el desierto, desenterrando sentimientos…
Malgastaste mis razones para amarte, reforzando mis impulsos para odiarte y en, y en el medio de esta tempestad, que destroza con su rumbo a cada paso, todo aquello que un día unieron nuestros lazos y que ensucia, con su lodo, nuestras manos.
Se dejó hablar al remordimiento y en el centro de este ego, la autoestima por los suelos. Que en reino de los cielos solo están los hombres buenos y en la tierra los humanos y hoy no vamos a culparnos. Ni soy sensata, ni tú eres sensato.
Porque algo lindo entre los dos se fue muriendo. Y hoy te convierto en un extraño aquí en mi cuerpo. Y me quedé vagando en el desierto, desenterrando sentimientos…
Malgastaste mis razones para amarte, reforzando mis impulsos para odiarte y en, y en el medio de esta tempestad, que destroza con su rumbo a cada paso, todo aquello que un día unieron nuestros lazos y que ensucia, con su lodo, nuestras manos.
Perdóname si al decirnos adiós, no son mis labios quien se pegan a tu boca. Y son dos tímpanos de hielo en tus mejillas. Tal vez hubiera sido mejor, para los dos, una mejor elección o quizás jamás nunca encontrarnos
Malgastaste mis razones para amarte, reforzando mis impulsos para odiarte y en, y en el medio de esta tempestad, que destroza con su rumbo a cada paso, todo aquello que un día unieron nuestros lazos y que ensucia, con su lodo, nuestras manos.
Malgastaste mis razones para amarte... Y en el medio de esta tempestad...