El viento trae una copla, recuerdos de huracán que un día me partió un ala y me hizo caer, hasta acá me arrastré. Nuestra bandera flameaba en medio del temporal. Del norte el frío mataba, se hizo dura la piel, el terror fue la ley. Y no olvidé nada, que plantamos ilusión en la pampa mojada, que sudaba, como yo, inevitable ausencia. Y no me saqué el anillo, ni el cielo, la Cruz del Sur, ni mi titilar de grillo, que por las noches canta, porque extraña a su amor. Y sigo lavando copas de gente mejor que yo; si puedo, bebo las sobras: el mezcladito me enciende. Y me pongo loco, fantaseo con el mar, de irme nadando, de volverte a tocar. Y me pongo manco, manos de inutilidad, dejé allá mi sangre, y hoy me tengo que inventar... ¡Si soy argentino! El viento trae una copla... Nuestra bandera flameaba... Yo sigo lavando copas...