Fui siguiendo su paso confiado por las calles desnudas de gente, como el lobo que acecha emboscado con un solo propósito en mente: sorprenderla en los brazos del otro y allí mismo a los dos darles muerte, empuñando con fría decisión un revolver con oído cargado, y allí mismo lavar esta afrenta y vengar tanto amor traicionado.
Eché abajo la puerta y en ese instante mi alma se quebró, lo que vieron mis ojos me dio una puñalada de dolor.
Disparé mi revolver guiado por el odio más atroz, no temblaba mi pulso hasta agotar del todo el cargador…
y entonces sollozando desperté, ella dormía sonriente junto a mí, quien sabe si soñando con volver a encontrarse con él... Y siguiendo su paso confiado por las calles desnudas de gente, como el lobo que acecha emboscado, tal vez pronto se arrastre la muerte.
He tratado de cerrar los ojos pero el peso del odio es mas fuerte y se va consumiendo mi amor, y se va terminando su suerte, y un mal día seremos tragedia, de la que nunca nadie despierte.
Y eche abajo la puerta buscando la venganza a su traición, y, sin mediar palabras, los mate sin tenerles compasión.
Rugirá mi revolver guiados por celos y el rencor, no temblará mi pulso hasta agotar del todo el cargador.