Ya ves, el día no amanece, Polaco Goyeneche, cantame un tango más. Ya ves, la noche se hace larga, tu vida tiene un carma, cantar, siempre cantar.
Tu voz, que al tango lo emociona diciendo el punto y coma que nadie le cantó. Tu voz, de duendes y fantasmas, respira con el asma de un viejo bandoneón.
Canta garganta con arena, tu voz tiene la pena que Malena no cantó. Canta, que Juárez te condena al lastimar tu pena, con su blanco bandoneón.
Canta, la gente está aplaudiendo, y aunque te estés muriendo no conocen tu dolor. Canta, que Troilo desde el cielo, debajo de tu almohada un verso te dejó.
Cantor, de un tango algo insolente, hiciste que a la gente le duela tu dolor. Cantor, de un tango equilibrista, más que cantor artista, con vicios de cantor.
Ya ves, a mí y a Buenos Aires nos falta siempre el aire cuando no esta tu voz. A vos, que tanto me enseñaste, el día que cantaste conmigo una canción.