Cádiz tenía una perla, perla de la mar salada con unos grandes morunos que cantaba esa gitana.
Con fatigas un preso decía que cuál era la campanita que impone más. La campana de la cárcel cuando rompe al tocar.
Llevo el no que me diste en la palma de la mano, como un limón de cera como un limón casi blanco.
Yo tengo mucha pena porque mi niño es soldado, por la voluntad de Dios pronto venga licenciado.
Sol del Caribe dame en la cara que quiero irme moreno a España.
Y a la orilla de un río yo me voy solo y yo me pongo a coger varetas por la mañana temprano me pongo y hago mi cesta vente conmigo a mi casa que esta a la vera de un río y entre varetas y cañas nacen rosales bravíos