Música: Enrique Casal, Carlos Palacio Palabras: Antonio Aparicio, Erich Weinert
Los campos heridos de tanta metralla, los pueblos sangrantes de tanto dolor, y los campesinos sobre la batalla, para destrozar al fascismo traidor. Dejando el arado tirado en la tierra, tomando el fusil para pelear, marchamos alegres hacia las trincheras, para que en España haya libertad. Somos los campesinos, hoy somos los soldados. ¡Adelante! Gritan nuestros fusiles, gritan nuestros arados. ¡Adelante! ¡Adelante! ¡Adelante! La sangre que corre valiente a diario ha de ahogar un día en su tempestad a los enemigos del proletariado, y a los enemigos de nuestra unidad. Ya llegará el día de nuestra victoria; la Paz por el mundo se paseará, talleres y campos cantando la gloria de los que cayeron por la libertad. Somos los campesinos, hoy somos los soldados. ¡Adelante! Gritan nuestros fusiles, gritan nuestros arados. ¡Adelante! ¡Adelante! ¡Adelante!