¡De todo te olvidas! Anoche dejaste aquí, sobre el piano, que ya jamás tocas, un poco de tu alma de muchacha enferma: un libro, vedado, de tiernas memorias.
Íntimas memorias. Yo lo abrí, al descuido, y supe, sonriendo, tu pena más honda, el dulce secreto que no diré a nadie: a nadie interesa saber que me nombras.
...Ven, llévate el libro, distraída llena de luz y de ensueño. Romántica loca... ¡Dejar tus amores ahí, sobre el piano! ...De todo te olvidas ¡cabeza de novia!.