Tú, de tanto preguntarme qué Qué que haré con mi vida, qué Qué dónde pongo el corazón muerto de fe lleno de sol.
Yo que vivo en un columpio de palabras que me mecen de de ir dejando el corazón en cada paso de mis pies.
Duermo en buhardillas me hacen gestos y cosquillas las anémonas y bebo en las orillas del Edén.
Piso algún insecto por descuido mientras ando y no me cambio de trinchera pues mi bando aun sed.
Siento un desfile de gaviotas en el brazo Me fundo en un abrazo con quien me quita la vida No recuerdo cuando fue la última vez que vi mi alma dormida.
Siento un desfile de gaviotas en el brazo, 40 mariposas rubias y de pelo largo no hay nada que decir ante el espejo de unos ojos cerrados.
Y tú si tienes fe, arrodíllate Y tú si tienes hambre, come del aire.
Sol, tu sexo que me da calor Sabores que me da una flor Los días como una pensión. Las noches mares de sudor.
Yo que vivo en un infierno de palabras contra la pared en una casa de algodón y verdes lunas de placer.
Duermo en buhardillas me hacen gestos y cosquillas las anémonas y bebo en las orillas del Edén.
Piso algún insecto por descuido mientras ando y no me cambio de trinchera pues mi bando aun sed.
Siento un desfile de gaviotas en el brazo os dejo aquí mi abrazo y un amor en cada esquina No recuerdo cuando fue la última vez que vi mi alma dormida.
Siento un desfile de gaviotas en el brazo, un cuerpo a otro cuerpo no son más que dos pedazos no hay nada que decir ante el espejo de unos ojos cerrados.
Y tú si tienes fe, arrodíllate Y tú si tienes hambre, come del aire.