Déjame, no quiero verte nunca más, déjame que trate de vivir en paz.
No digas que ya estoy borracho como ayer, más daño que el alcohol me hicieran las angustias y las pena de querer. Mi copa llena está de olvido e ilusión y en ella quiero hundir mi desesperación.
Déjame, el verte me hace mucho mal, déjame, que ya no puedo más.
Deslumbrado te amé como se ama una vez, y tu vida y mi amor en un sueño encerré. Y hoy ya ves, pero déjame, no quiero verte nunca más déjame, que trate de vivir en paz.
La sombra de tus ojos, el rojo de tus labios, el fuego de tus brazos se funden en el vino con destellos de puñal. Inútil es huir de tu fascinación, inútil el pedir olvido al corazón.
Ven aquí, que quiero verte junto a mí, bésame, sin ti no sé vivir... Bésame corazón, bésame corazón...