Luciendo su color de esperanza viste el campo su plumaje y el viento hace vibrar sus cordajes en los pastos y en la flor. Yo tengo mi ranchito en la loma donde cantan los zorzales... Margaritas y rosales han brotado para ti, porque un día será ese nido gaucho de los dos.
Florecerán mis ilusiones y se unirán los corazones. Dime que sí, que la noche pampera abrirá y su rayo de luna pondrá luz de amor en tus ojos. No digas no, que el rosal secará mi dolor y en la cruz de mi rancho el zorzal morirá por tu amor.
Mañana, cuando el sol se ilumine, entre gotas de rocío el llanto de este cariño mío sobre el trébol pisarás. Recuerda que por ti lo he vertido y si sientes mi tormento, golondrina, cara al viento, tus dos alas abrirás... Y de un solo vuelo mis tristezas matarás.