Un tango más, un gorrión de barrio viejo llega moliendo su cruel desilusión. Rodando van los recuerdos de mi vida, mi vida gris que no tiene ya canción. Dónde estarán los que fueron compañeros, mi amor primero de un claro anochecer, y ese silbido llamando de la esquina hacia el calor de aquel viejo café.
Quién sabe dónde está lo que perdí, loco de afán. Del tiempo que pasó sólo quedó un tango más. Tan sólo un tango más que trae fracaso de no ser, cansancio de mi andar. La vida que al rodar, sólo dejó, un tango y nada más.
Un tango más, un gorrión de barrio viejo tiembla en la sombra doliente del ayer. Un tango más, y el juguete de la luna vuelve a mentir en el triste anochecer. Mi juventud la quemé en la cruz viajera en la quimera de andar, siempre de andar. Buscan mis ansias calor de primavera y sólo hay un tango y nada más.