Yo sé que es imposible quererte y adorarte, que es un pecado amarte y darte el corazón. Pero no importa, ¡vida!, soñemos esta noche aunque después lloremos mañana al despertar.
Soñemos, que los dos estamos libres. Soñemos, en la gloria de este amor. Soñemos, que ya nada nos separa y que somos cual dos almas que nacieron para amar.
Soñemos, que me quieres y te quiero. No importa que mañana, al despertar, tus besos se despidan de mis besos y así nuestro embeleso morirá con nuestro amor.
Yo sé que nunca nadie podría separarnos, y aún no estando juntos nos une un mismo amor. Acaso en otra vida muy juntos nos hallemos, y nunca más lloremos la pena de este amor.