Mi Buenos Aires querido cuando yo te vuelva a ver, no habrás más pena ni olvido.
El farolito de la calle en que nací fue el centinela de mis promesas de amor, bajo su quieta lucecita yo la vi a mi pebeta, luminosa como un sol. Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver, ciudad porteña de mi único querer, y oigo la queja de un bandoneón, dentro del pecho pide rienda el corazón.
Mi Buenos Aires tierra florida donde mi vida terminaré. Bajo tu amparo no hay desengaños, vuelan los años, se olvida el dolor. En caravana los recuerdos pasan, con una estela dulce de emoción. Quiero que sepas que al evocarte, se van las penas de mi corazón.
La ventanita de mi calle de arrabal. donde sonríe una muchachita en flor, quiero de nuevo yo volver a contemplar aquellos ojos que acarician al mirar. En la cortada más maleva una canción dice su ruego de coraje y de pasión, una promesa y un suspirar, borró una lágrima de pena aquel cantar.
Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrá más pena ni olvido.