A orillas del rio sil su pelo negro peinaba, sin saber que entre los juncos un joven la diquelaba.
El muchacho resbaló y al agua vino a caer, riose la gitanita y él se rió también.
A la grupa de su corcel la llevó a la gran llanura y a su padre le pidió casarse a la quinta luna.
Juntos el norte y el sur en una fiesta campera, andaluces y gallegos en torno a la misma hoguera.
Al llegar la noche sonó la gaita, violines gitanos, guitarras y palmas, bajo las estrellas comenzo la danza muñeira gallega y rumba gitana, con el corazón ebrio de queimada, viejas leyendas que vienen de Galia, en el hontanal surgieron del agua cuatro meigas guapas tirando del alba.
Cuando existe amor sincero se diluyen las fronteras, ni la raza ni la piel le pueden poner barreras.
La boda se celebró en noche de luna nueva, andaluces y gallegos en torno a la misma hoguera.
Al llegar la noche sonó la gaita, violines gitanos, guitarras y palmas, bajo las estrellas comenzo la danza muñeira gallega y rumba gitana, con el corazón ebrio de queimada, viejas leyendas que vienen de Galia, en el hontanal surgieron del agua cuatro meigas guapas tirando del alba.