Mirando un álbum de fotos de la vieja capital desde los tiempos remotos de La Habana colonial.
Mi padre dejó su tierra y cuando al Morro llegó La Habana le abrió sus piernas y por eso nací yo.
Habana, Habana si bastara una canción para devolverte todo lo que el tiempo te quitó. Habana, mi Habana si supieras el dolor que siento cuando te canto y no entiendes que es amor.
Escuchando a Matamoros desde un lejano lugar La Habana guarda un tesoro que es difícil olvidar.
Y los años van pasando y miramos con dolor como se va derrumbando cada Morro de ilusión.