Al preso número nueve ya lo van a confesar. Está rezando en la celda con el cura del penal. Porque antes de amanecer la vida le han de quitar. Porque mató a su mujer y a un amigo desleal.
Dice así al confesor: Los maté sí señor Y si vuelvo a nacer. Yo los vuelvo a matar.
Padre no me arrepiento ni me da miedo la eternidad. Yo sé que allá en el cielo el juez supremo me juzgará. Voy a seguir sus pasos voy a buscarlos al más allá.
El preso número nueve era hombre muy cabal. Iba en la noche del duelo muy contento a su jacal. Pero al mirar a su amor en brazos de su rival. Sintió en su pecho un dolor y no se pudo aguantar.
Dice así al confesor: Los maté sí señor Y si vuelvo a nacer. Yo los vuelvo a matar.
Padre no me arrepiento ni me da miedo la eternidad. Yo sé que allá en el cielo el juez supremo me juzgará. Voy a seguir sus pasos voy a buscarlos al más allá...