Tienen tus ojos un raro encanto, tus ojos tristes como de niño, que no han sentido ningún cariño... Tus ojos tristes como de Santo. (Se repite)
Ay! si pudiera decirte tanto, yo te pidiera vivir de hinojos, mirando siempre tus tristes ojos... ojos que tienen... ojos que tienen... sabor de llanto!!