Cantame un minuto en silencio Por la fragilidad De las gaviotas, que se enamoran del mar Si extrañar, es pecado en el cielo En el cielo a extrañar Y en la tierra a llorarte, a llorarte en soledad El olor de tu cuerpo desnudo Ese aroma floral Es un manto de seda, con el viento obligado a bailar Cuéntame, quien me manda quererte Quien me manda llorar Quien me manda extrañarte Hay tanta soledad...