Su extraña existencia domina los rumbos marcados De inconsciencia colectiva. Parajes insólitos no son percibidos, se ocultan ante los ojos de los caminantes Jugando con las tentaciones que ya no existen Queriendo recobrar el calor, el deseo, el amor.
El ser descolorido no encuentra su esencia su rostro se confunde con el resto de la especie perdida en su propio laberinto buscando un mar para beber de su corazón.
O, ya no sientes más corazón de piedra ya no quieres sentir mas O, ya no volverás.
En este lugar ya no hay nadie más vagabundos de uniforme no existen ya. Hambre de vida, fantasía o realidad.
O, ya no sientes más corazón de piedra ya no quieres sentir más O, ya no volverás.