Siguiendo el paso tras de ti sin demasiada convicción, en el camino me perdí en un oscuro callejón. Quisiera ser el que ya fui y no una sombra tras de ti.
Sin nada casi que decir, huyendo al ruido del motor, ¿te importa si me quedo aquí? Hasta siempre, adiós, mi amor. Te escribiré a donde estés, el sobre irá sin dirección.
Adiós, mi amor, adiós, mi amor, que estás muy hondo en mi obsesión.
El tiempo juega a tu favor y yo me inundo una vez más en este vaso del honor imaginando donde estás. Te buscaré de aquí hasta el fin, del mundo que me unía a ti.
Adiós, mi amor, adiós, mi amor, que estoy perdido en tu prisión. Adiós, mi amor, adiós, mi amor, que estás muy hondo en mi obsesión.