En la lejana Córdoba de ayer siendo niño tuve un sueño que aún perdura volando un avioncito de papel crucé el mundo disfrutando las alturas el sueño convertido en volutand fue horizonte y se hizo causa siendo un hombre y me propuse ser del cielo un ganador volar entre las nubes con el sol.
Mi esposa y compañera supo ser navegante de este vuelo interminable y postergamos horas de placer por mi sueño que se hacía inalcanzable
La mano de mi amigo me llevo hasta el nido en que reposan estas aves de tela y de metal que el hombre construyó para mirar al mundo desde el aire
Y hoy, con mi sueño realizado plenamente yo le doy gracias a Dios y a tanta gente que me supo acompañar sin concesión feliz, quiero reir, quiero cantar, quiero llorar contarle al mundo que he llegado hasta el final ya no es un sueño...Puedo volar!!