Al pensar en el dueño de mis amores, siento yo unos mareos encantadores. Bendito sea aquel picaronazo que me marea. A mi novio yo le quiero porque roba corazones con su gracia y su salero. El me tiene muy ufana porque hay muchas que lo quieren y se quedan con la gana. Caprichosa yo nací, y lo quiero solamente, solamente para mí. Que quitarme a mí su amor es lo mismo que quitarle las hojitas a una flor. Yo me muero de gozo cuando me mira, y me vuelvo jalea cuando suspira. Si me echa flores siento el corazoncito morir de amores. Porque tiene unos ojillos que me miran entornados, muy gachones y muy pillos, y me dicen ¡ay! lucero, que por esa personita me derrito yo y me muero.