Llena el espacio de un suave rumor, viento sincero que carga mi voz y abre tu mente, te deja huír hacia un utópico fin. El murmullo que estirándose va.
Aire que espía el oscuro rincón donde encontrar su gentil receptor; suelta las riendas, limítate a oír como te trae hacia mí, dibujando en tu ser mi secreto fugaz.
Nada encarnan las horas si no siembran anhelos; suspiros lejanos quiebran mi soledad y me guian.
Bajo el embrujo fiel que disuelve el temor. No me dejes dormir, quiero verte a los ojos. No me dejes dormir sin ahogarme en tu voz.