Una geisha mimada fue de un magnifico emperador a quien tuvo prisionero en las redes de su amor y en las noches de claro azul abrazados con frenesi acunandola en sus brazos su galan cantaba asi
Japonesita ven te quiero yo libar tus dulces osculos de miel que tu boquita sabe dar por conservar tu amor mi reino olvidare y enardecido de pasión yo te querre