La necedad, el yerro, el pecado, la roña,
ocupan nuestras almas, trabajan nuestros cuerpos;
y como los mendigos alimentan su mugre,
asi nos nutrimos nuestros blandos remordimientos.
Nuestro pecado es terco, nuestra contriccion floja;
con creces nos hacemos pagar lo confesado,
y alegres retornamos al camino fangoso,
creyendo nuestras culpas lavar con viles llantos.
(fragmento del libro "Las Flores Del Mal" de Charles Baudelaire)
Статистика страницы на pesni.guru ▼
Просмотров сегодня: 1