Cuentan los viejos libros que el hombre no vive cien años que el sufrimiento es su castigo
y aunque Miriam aún no sabe andar sus ojos ya reflejan toda la ira y su verdad
Y al llegar a los seis Miriam no siente nada cuando su padre le invita a su condición y se refugia en su almohada Miriam no siente nada Miriam no sabe decir no Miriam está asustada pero que larga es la vida si es triste y el tiempo se para y no hay ni un rincón donde esconder al menos la cara Y no hay ni un hombro donde poder reposar la cabeza que siempre te ahogas en el mismo mar de tristeza
Escribe unos versos pidiendo ayuda pero que no los vea nadie cuesta tanto esconderse y aunque ahora todos te llamen delicuente si es atraco ya es bastante yo me muero por verte ya no sientes placer ningún hombre suficiente que yo quiero abrazarte navegar contracorriente de tu sangre infectada por una aguja que te comprende que no te hace pensar en nada y que te lleva hasta la muerte
pero que larga es la vida si es triste y el tiempo se para y no hay ni un rincón donde esconder al menos la cara y no hay un hombro donde poder reposar la cabeza que siempre te ahogas en el mismo mar de tristeza