Vimos pasar el cometa tumbados sobre la arena, hablando de cosas que suenan trascendentes, haciendo promesas que tú y yo sabemos que no hay que cumplir.
Vimos hundirse la noche en la distancia más corta, robando los sueños a la madrugada, soñando despiertos con que es más fácil lograr así un final feliz.
Y ahora me arrepiento de no haber sabido aprovechar el momento, y siento haber oído mi voz diciendo que no importa nada, que son cosas de la vida, que algún día lo olvidaríamos los dos.
Me odio cuando miento, me odio cuando miento.
Nos despedimos despacio para alargar el momento, siendo prudentes, por no decir cobardes, y apretando los dientes para no decir yo me quiero quedar aquí contigo.
Y ahora me arrepiento de no haber sabido aprovechar el momento, y siento haber oído mi voz diciendo que no importa nada, que son cosas de la vida, que algún día lo olvidaríamos los dos.
Me odio cuando miento, me odio cuando miento.
Me odio cuando miento, también cuando me mienten mentiras que pretenden borrar los sentimientos. Me odio cuando miento.