La señora Carmen Guzmán era una eximia guitarrista, siempre se acompañó sola hasta sus años finales en que, en algunas actuaciones y grabaciones, fue acompañada por el gran guitarrista Roberto Calvo. Esta zamba se la dedicó a ella quien sería su esposo y su amor de toda la vida: el pianista, autor y compositor Pedro Belisario Pérez, creador de la música de \"Amarraditos\", el más famoso de todos los valses \"peruanos\".
Perfuma el patio guitarras y estrellas y una zamba muy cerca del corazón me habla de ella.
Evoco sus manos, sus ojos de cielo y en el aire como caricias de amor, su pañuelo.
Yo canto en mis versos mis celos y amores, al sol, la noche y la brisa y a las flores que empobreció sin querer su sonrisa.
Ya pronto la noche descorre su velo y pondré un clavel del aire otra vez en su pelo.
Yo guardo en mi alma recuerdos del beso que una tarde a su rubor le robé, mi embeleso.