¿Quién vivió, quién vivió en estas casas de ayer, viejas casas que el tiempo bronceó? Patios viejos, color de humedad, con leyendas de noches de amor... Platinados de luna los vi y brillantes con oro de sol... Y hoy, sumisos, los veo esperar la sentencia que marca el avión... Y allá van, sin rencor, como va al matadero la res ¡sin que nadie le diga un adiós!