Era mu' famoso en mi barrio, pero una máquina de cartuchos me hizo un agujero. Yo también quiero una máquina de cartuchos. Ver para matar no te la juegues mucho. Porque pierdes. Ya estás, raza blanca, saca a flote el odio que se estanca. Pido algo y pasa lo contrario. Ya no más, no más movidas en el barrio. Loco, el jam me alegra. Pa mí to el costo, la música negra. Zona norte. El Picolo se moja. Cantando rap no hay nadie me los coja. No quiero acabar como otros en el maco por culpa del jaco o un atraco. Soy tan bueno, bueno, tan bueno como un capo. Tan bueno que si puedo te ataco. Loco, no vayas a las malas. Nadie corre más que una bala. Por mucho que lo intente no me asombra que hayan camellos que sigan en la sombra. Ellos siguen pisando alfombras. Son los jefes y nadie los nombra. Veo cosas y luego las describo, con tantas frases que puedo hacer un libro.
¡Nadie les señala!
Montados en el dólar, sus buenos coches, sus rubias de bote. No importan familias rotas si a costa de ello se llevan el bote. Camellos en la sombra darían la vida por salvar al capo. Si el padre cae en las redes ellos van con él. No hay vida. Sé capo.