Solo, sin mucha prisa se le ve recorriendo la ciudad, un alto y de repente se viste de curiosidad, elogios y una sonrisa surge el encanto sin más marcar.
Quiérn se arriesgaría a detener lo que ya en marcha está, quién se atrevería a abandonar solo una oportunidad. Muy pintoresco está a plena vista ya las heridas se alejarán.
No tengo ningun desvío ningún destino en especial los sueños son instrumentos de cuerda y viento que nos guiarán.
Quiénes a nuestra dicha ya casi un siglo de atravesar por cumbres, calles estrechas, puentes antiguos y mucho más.