Yo lo vi llegar, pasando la rompiente. Sin camino al bar, desafiando el cierre de la soledad.
Allí unos deciden ser una conducta incierta o quemar y arder sabiendo que la belleza está en quererla ver.
Y ahora está en corrientes, camino al Paraguay. Camino al Paraguay.
Bebido y sabiendo que cada copa era la última, se fue dando cuenta de que no existe el camino… no existen las formas, ni misterio alguno en las horas robadas al sueño… lo único que en realidad existe, es la constancia pesada y firme de las cosas vivas.
Y ahora está en corrientes, camino al Paraguay. Camino al Paraguay.