No hay que decirle el primor ni con el valor que sale, que yo se que es la zagala de las que rompen el aire. Tan bizarra y presumida, tan valiente es y arrogante, que ha jurado que ella sola ha de vencer al Dios Marte. Si sale, que la festejan las florecillas y aves, juzgara que son temores lo que hacéis por agradarle. Muera con la confusión de su arrogancia, pues trae por blasón de la victoria rayos con que ha de abrasarse.