Quisqueyanos valientes, alcemos Nuestro canto con viva emoción Y del mundo a la faz ostentemos Nuestro invicto glorioso pendón. ¡Salve el pueblo que intrépido y fuerte, A la guerra a morir se lanzó Cuando en bélico reto de muerte Sus cadenas de esclavo rompió. Ningun pueblo ser libre merece Si es esclavo indolente y servil; Si en su pecho la llama no crece Que templó el heroismo viril. Mas Quisqueya la indómita y brava Siempre altiva la frente alzará: Que si fuere mil veces esclava Otras tantas ser libre sabrá. II Que si dolo y ardid la expusieron de un intruso señor al desdén, ¡Las Carreras ! ¡Beller!… campos fueron que cubiertos de gloria se ven. Que en la cima de heroíco baluarte, de los libres el verbo encarnó, donde el genio de Sánchez y Duarte a ser libre o morir enseñó. Y si pudo inconsulto caudillo de esas glorias el brillo empañar, de la guerra se vió en Capotillo la bandera de fuego ondear Y el incendio que atónito deja de Castilla al soberbio león, de las playas gloriosas le aleja donde flota el cruzado pendón. III Compatriotas, mostremos erguida nuestra frente, orgullosos de hoy más; que Quisqueya será destruida pero sierva de nuevo, jamás. Que es santuario de amor cada pecho do la patria se siente vivir; Y es su escudo invencible, el derecho; Y es su lema: ser libre o morir. Libertad que aún se yergue serena La victoria en su carro triunfal. Y el clarín de la guerra aún resuena Pregonando su gloria inmortal. ¡Libertad! Que los ecos se agiten Mientras llenos de noble ansiedad Nuestros campos de gloria repiten ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!