Perdí una tarde en sincerarme ante a un papel, así con prisas por quebrarme la cabeza o romperme la camisa son las cosas de las musas nunca avisan, puñeteras. Me sacan media sonrisa van cambiando de montela y aunque yo se bien que quizás ni mencionarlo debiera, sigo siendo aquel bocazas y queriendo ser quien fuera, digo en tono de amenaza que cambiaba alguna hora del destino que me espere por volver a ser un rato aquel quien llora, aquel quien fuere aquella tarde ya olvidada nuestro entonces por mi ahora nuestra nada por mi nada viendo volar a mi alma enamorada junto a tu huerto y tu higuera donde vine un día a enterarme a que sabían las primaveras con las prisas volaeras con la voz acomplejada combatiendo tus mentiras la madera de mi espada di las horas por perdidas la partida por ganada y a ver sido tus quereres por las calles de granada
Y ay niña que se me olvida, me dejaba en el tintero lo poquito que me queda, lo poquito que aún te quiero la misa historia amanida contra eso no hay quien pueda la oportunidad perdida, que no vuelve compañera
Y ay niña que se me olvida, me dejaba en el tintero lo poquito que me queda, lo poquito que aún te quiero la misa historia amanida contra eso no hay quien pueda la oportunidad perdida, que no vuelve compañera